Todos
decimos que somos solidarios, pero casi a nadie le gusta que por las cercanías
donde cohabita con el tedio le construyan una cárcel, un cementerio, un centro
oncológico o un bar de copas; qué decir si acampa un basurero de residuos
nucleares, que por cierto, digo yo, nos cuestan trasladar los nuestros a la
vecina Francia unos 60.000 euros diarios y, lo que son las cosas, no conozco
ciudadano ecologista que haya protestado por el recorrido de esos camiones que
transportan dichos residuos.
Fue el PSOE de Zapatero, no se olvide
el detalle, el que autorizó el basurero nuclear de Villar de Cañas, Cuenca, y
que los pocos vecinos por un lado y el consistorio municipal los que han
aprobado su construcción que, a buen seguro, van a llevar a ese pequeña
localidad algunos puestos de trabajo y algo que les saque de la pobreza en que
viven.
Pero he aquí que el excelentísimo señor
Presidente de Castilla La Mancha, señor García Page, ha dicho que naranjas de
la china y que en su feudo no se construirá semejante cementerio que acabará
con la grulla y la avutarda; les ecologistas en acción han puesto manos a la
obra de impedir tales “asesinatos” y marchan sobre Villar de Cañas para hacer
un poco de ruido y fumarse, de paso, unos porros.
En un programa televisivo he visto y
escuchado al alcalde de Villar de Cañas, herrero de profesión y que habla con
la fuerza del martillo de la auténtica ecología, o sea, practicándola con los
animales en campo vivo y sin sacar pecho, pues lo que saca por las mañanas al
amanecer es a sus perros.
Este hombre, el alcalde, define a la
zona donde se oyen sus martillazos de herrero, como un auténtico secarral, o
sea, un lugar donde las grullas y las avutardas no existen y yo, que quieren
ustedes que les diga, creo más al herrero alcalde que al presidente mentiroso.
Como Page es Presidente gracias al
apoyo de Podemos, no me extrañaría nada que los de Pablo Iglesias le hayan
soplado al oído que a ellos no le cuelan lo del basurero nuclear; pero estando
por esos lugares el emérito Pepe Bono no habrá problema y todo se arreglará.
Jolines, qué alegría me llevé
escuchando a un político, el herrero alcalde diciendo verdades como puño.