De las mejores películas en temas
de juicios es, sin dudarlo, “Testigo de
cargo” (1957) basada en una novela
de Agata Christie, dirigida por Billy Wilder e interpretada, en sus papeles
principales, por Charles Laugthon, Tyrone Power y la misteriosa y enigmática
Marlene Dietricht; el film se hizo acreedor a seis Oscar: mejor montaje,
director, actor principal (Laugthon), actriz secundaria (Elsa Lanchester) dando
vida a la enfermera del mítico Quasimodo, y dos estatuillas más que desconozco
en quién y porqué se dieron. Por favor, si son amantes del cine, no pierdan ni
un solo segundo y busquen la manera de pasar una hora y media de ensueño; en
este film que les recomiendo podrán ver la fuerza que tiene un testigo.
En
estos días hemos asistido al paso y paseo de tres testigos -Álvarez Cascos, Arenas Bocanegra y Dolores
Cospedal, en su condición de ser, o haber sido Secretari@s Generales del
Partido- ante el juez Ruz a cuenta
del llamado caso Bárcenas o presunta financiación “B” del partido que lidera Mariano Rajoy.
La
gran diferencia entre un imputado y un testigo es que el primero, el encartado,
en uso de su defensa puede mentir a mansalva para defender su inocencia; el
testigo no puede hacerlo sino que está obligado por ley a decir la verdad, pues
en caso contrario puede ser perjuro y verse involucrado, como imputado y
posible culpable, en el juicio para el que ha sido llamado a declarar.
No
sé la causa, bueno de usted para mí sí que la sé, pero Cospedal me cae mejor
que Arenas y Cascos; y no crean que es por mi debilidad por el llamado género
femenino, que quizás influya, sino porque el señorito de Olvera, Javier, nunca
ha sido santo de mi devoción y Cascos, el hombre que fue fuerte en el PP y,
tras ponerle los cuernos a Rajoy, se desinfló por tierras de Asturias lo
percibo como muy “echao pa’alante”.
Aquí,
como se dice vulgarmente, nadie ha cantado la gallina, pues los tres, para no
mentir o porque realmente lo ignoran, han susurrado al oído de su señoría respuestas
como éstas: “no sé”, “no me consta” o “no recuerdo”; vamos que ni carne ni
pescado, sino puros caracoles; ni frío o caliente, ni pecador o santo, tan sólo
tibieza de la más pura.
Sin
embargo, según cuentan los abogados de la acusación, la actual secretaria
general si ha afirmado que hubo una reunión “amistosa” en Sevilla entre Arenas,
Rajoy y Bárcenas.
Vaya
tela si aparecen grabaciones:uffffffffffff!
Don José, paso de hablar de los representantes de los ciudadanos, o sea, los políticos. A mí me gusta hablar de los que tenemos el problema, no de los médicos. Se dice que España tiene una fortaleza económica en la “paz social”. De verdad eso es así. Yo creo que no. Los pacíficos islandeses se revelaron en el 2008 contra el poder y mandaron a los políticos a la cárcel. Nosotros a lo mejor tardamos otros cuarenta años en acabar con esta dictadura de la falsa democracia. O sea, cuando muera de muerte natural.
ResponderEliminarCreo, Don Antonio, con todos mis respetos, que no debemos equiparar esta democracia, porque lo es, nos guste o no, y prueba de ello son esos artículos y comentarios con aquella trágica dictadura.
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