Si desnudo mi ser
sólo queda la sílaba;
del resto, nada queda.
Por ello, cuando
llega a mí la noche
-no importa si es de
día-
afilo con presteza la
punta de mi lápiz
y cierro bajo llave
la sala de visitas.
Abro mi corazón a tus
reliquias
y la sagrada sílaba
se aposenta a mi lado.
Con cuidado la mimo.
No despierta del todo
avivo su calor.
Inicio la tarea
y lentamente va
naciendo tu alma.
(Poema-prólogo de “Inacabada
ausencia” de J. García Pérez)
"Sabes bien que te quiero
ResponderEliminary dejas que me vaya.
Pero quedas en mí,
permanece tu aroma
que me cala y me embriaga".....Bellísimo!!
También de tu/mi: AYER en esa fantástica e, Inacabada ausencia.
Feliz domingo, Poeta!!
Besos.
Ana Pastor.
Gracias, oh hada milagrosa, lo voy a volver a repetir por si algien no lo conoce: además, en verano todo se repite.
ResponderEliminarBesos.